Allá por la década de 1980, las estaciones de televisión BBC y PBS transmitieron una serie de documentales con ese título, dedicado a explicar cómo los descubrimientos científicos y avances tecnológicos críticos cambiaron fundamentalmente la forma en que entendemos el mundo.
Hoy la Corte Suprema de los Estados Unidos le causó un cambio al universo del lugar de trabajo en ese país. La Corte emitió una decisión por mucho tiempo esperada que seguramente tendrá efectos secundarios en muchas normas legales que datan de hace años y a las que ya nos habíamos acostumbrado.
Especialmente, la Corte dejó sin efecto un caso de cuarenta años de antigüedad llamado Chevron U.S.A. Inc. contra National Resources Defense Council, Inc. Ese caso de 1984 fue el origen de la doctrina jurídica conocida como “deferencia al caso de Chevron” – que es (o, mejor dicho ahora , fue) lo que llevó a los tribunales a deferir a las interpretaciones de la ley federal hechas por agencias federales encargadas de la administración y aplicación de las leyes federales, o sea, agencias federales como la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo (“EEOC” por “Equal Employment Opportunity Commission”), el Departamento del Trabajo (“DOL” por “Department of Labor”) y la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (“OSHA” por “Occupational Safety and Health Administration”). Gran parte del trabajo de estas agencias federales y otras tiene que ver con determinaciones tomadas por funcionarios de las mismas que presumiblemente tienen especial experiencia en el campo de la misión de la agencia.
Por ejemplo, en el 2019 el Departamento del Trabajo emitió una regla que establece un nivel de salario mínimo obligatorio necesario para que los empleados asalariados denominados de “cuello blanco” puedan estar exentos de la obligación del empleador de pagar remuneración por horas extras. Se presentó una demanda impugnando esa regla del DOL por considerar que se excedía de la autoridad de ese departamento, pero un tribunal federal confirmó la regla y determinó en parte que la adopción de la regla del nivel de salario mínimo estaba dentro del ámbito de la autoridad del Departamento del Trabajo para interpretar la Ley de Normas Laborales Justas (“FLSA” por “Fair Labor Standards Act”), y el tribunal federal le dio “peso de control” a la interpretación de ese Departamento. De esa manera entró en vigor el nuevo nivel salarial.
En el día de hoy, con el fin de la “deferencia al caso de Chevron”, es casi seguro que ese caso se decidiría de manera diferente. Esto es muy importante, porque hay una nueva regla del Departamento del Trabajo que establece un nuevo nivel de salario mínimo obligatorio más elevado. Esta norma es de por sí objeto de una impugnación judicial pendiente que procura impedir que la regla entre en vigor, lo que está previsto que suceda el lunes.
El fallo de hoy tendrá consecuencias significativas para muchas otras normas laborales emitidas por agencias federales basadas en leyes federales, como la Ley de Licencia Médica y Familiar (“FMLA” por “Family and Medical Leave Act”) y la Ley de Justicia para las Trabajadoras Embarazadas (Pregnant Workers Fairness Act), ya que la interpretación de esas leyes por una agencia federal ya no siempre va a guiar el análisis de la ley por parte de los tribunales. Es seguro que pronto se decidirá una impugnación judicial pendiente que fue presentada contra la nueva regla emitida por la Comisión Federal de Comercio (Federal Trade Commission) que rige los acuerdos de no competencia, y el fin de la “deferencia al caso de Chevron” también podría tener efectos dispositivos en la misma.
Para los empleadores el universo regulatorio ha cambiado. En las próximas semanas y meses, comenzaremos a descubrir cuánto. Manténganse al tanto con este blog.