De forma muy parecida a la canción Bad Blood (“Mala sangre”) de Taylor Swift, los planes de bonificaciones pueden amargar la relación del empleador con el empleado cuando las expectativas de este se ven coartadas por la “letra menuda” del plan.
Esto es lo que sucedió en el caso Presidio, Inc. contra Feeny, que decidió el Tribunal de Apelaciones del Cuarto Distrito de la Florida en febrero de 2024, y que se centra en si el empleador incumplió un contrato de trabajo al retener la bonificación que esperaba recibir un empleado, a pesar de que el departamento del empleado cumplió con sus objetivos.